Devuélveme mi noche rota de José Morand
Temática: Novela
ISBN: 9788415521037 ePub
9788415521044 mobi
Colección: sintemporánea
PVP ebook (IVA incluido): 7,99 €
Nada despierta nuestros
recuerdos tan precisamente como un olor, un sabor, un sonido. Una canción que
nos transporta a ese momento en que la música formaba tan parte de nuestra vida
como nosotros mismos.
Disco a disco, canción
a canción, uno de esos frikis que rebusca compulsivamente en los estantes de
cedés de oferta de los hipermercados recompone su vida a través de su completa
discografía. Desde la infancia hasta la madurez como padre, pasando por la
adolescencia, las dudas, las frustraciones, el amor y la búsqueda del propio
camino, con la música siempre como protagonista y fondo, estructura y
fundamento de nuestra historia.
THE
BYRDS, (UNTITLED)
Estoy
en un centro comercial, removiendo en los estantes de los cedés de saldo. El
vinilo da paso al cedé. Nuestro viejo tocadiscos de juguete empieza a caer en
desuso. He acumulado unos sesenta vinilos que ya empiezan a llenarse de polvo.
Mis padres se han cambiado de piso, pues mi abuela ha enfermado definitivamente
y ha de vivir con nosotros.
Soy
uno de esos friquis que se dedican a rebuscar durante horas en los estantes de
los cedés de saldo en los centros comerciales. Estoy en un centro comercial en
Alzira. Ahora lo llaman Carrefour, entonces era Pryca. Mi novia trabaja de
cajera en ese mismo centro comercial. A ella le gusta verme entrar y saludarla;
dice que tengo fama de guapo entre las cajeras. De vez en cuando, se pone unos
patines y se dedica a moverse por toda la extensa superficie del centro
comercial con notable habilidad. Me erotiza verla. Es bastante guapa y muy
joven; seguro que pone cachondos a los tipos que van a comprar con sus mujeres
al jodido Pryca. Me dedico a remover en los estantes de los cedés de saldo.
Recuerdo haber encontrado en ese sitio todos los discos de The Byrds, muy
baratos. Tal vez este disco, (Untitled), fuera el primero. No es mi disco
favorito de este grupo, pero tal vez sea mi primer disco de este grupo;
recuerdo haberlo escuchado mucho. Luego vinieron The Notorius Byrd Brothers y
todos los otros. Los tengo todos. Tal vez me falte alguno. Desde luego, tengo
todos los mejores, las obras maestras. Younger Than Yesterday, Turni, Turni,
Turni, Fifth Dimension, Sweetheart of the Rodeo... Yo debo tener, en aquel
entonces, unos veinticinco años.
Llego
a los Byrds gracias al "nuevo rock americano". Si empiezas a
interesarte por algo, tarde o temprano has de interesarte por la genealogía de
ese algo. Si te interesa la literatura, por ejemplo, pronto te das cuenta de
que tal vez Philip Roth no escriba mejor que Miguel de Cervantes. Los Byrds
eran mucho mejores que los REM, aunque duraron mucho menos. Estuvieron poco
tiempo en activo, como grupo. Eran un puto milagro. Para un tipo como yo, con
tendencia a lo reaccionario, es decir, un maldito desconfiado, descubrir a los
Byrds fue como, digamos, sentar las bases de lo moralmente bueno. Esas
canciones eran el estereotipo perfecto del rock. La luminosidad, la libertad,
la improvisación, la soltura, la facilidad, la ligereza. Si un grupo de rock
pudiera equipararse en sus ambiciones artísticas a la extraordinaria soltura de
la pincelada velazqueña, a la facilidad absoluta del dibujo matissiano, ese
grupo sería The Byrds. Pronto se encaramaron a lo más elevado del altar de mis
preferencias. Con veinticinco años, en las conversaciones de barra, si se me
preguntaba, yo lo decía: Mi grupo favorito son los Byrds.
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