Los puntos sobre las tías
Categorías: Bauhaus
EUR € 4.99
Los puntos sobre las
tías podría ser el título de un cuadro de George Seurat o de Roy Lichtenstein;
de una canción de Ramoncín o de una película del destape; de una exposición
multimedia con muchas ganas de llamar la atención o de un cómic de El Víbora.
Pero no. Los puntos sobre las tías no es nada de eso. Es tan sólo un eBook…
El primer eBook abiertamente misógino, falocéntrico y antifeminista de la historia de nuestro país, lo cual implica que, tanto si eres un hombre como una mujer, no deberías perdértelo; ya sea para poder escandalizarte; ya sea para partirte de risa con él. O las dos cosas. Todo depende de tu amplitud de miras y de tu sentido del humor.
El primer eBook abiertamente misógino, falocéntrico y antifeminista de la historia de nuestro país, lo cual implica que, tanto si eres un hombre como una mujer, no deberías perdértelo; ya sea para poder escandalizarte; ya sea para partirte de risa con él. O las dos cosas. Todo depende de tu amplitud de miras y de tu sentido del humor.
A través de sus más de
trescientas páginas y con un estilo negrísimo, cafre, e incendiario, sus
autores pretenden devolver a los hombres de hoy en día, convertidos por la
aceptación tácita del pensamiento “feminazi” en la primera generación oprimida
por la mujer, e incluso orgullosa de estarlo, la gloria de la que disfrutaron
sus abuelos.
El eBook es a la vez una elegía por el macho ibérico perdido; una recopilación de mitos falaces creados por las mujeres sobre los hombres, con sus correspondientes desmantelamientos; una avalancha de verdades mucho más incómodas que todas las de Al Gore juntas y una receta estructurada al milímetro para propiciar el resurgir del caballero de pelo en pechofrente a las hordas del feminismo radical y no tan radical.
El eBook es a la vez una elegía por el macho ibérico perdido; una recopilación de mitos falaces creados por las mujeres sobre los hombres, con sus correspondientes desmantelamientos; una avalancha de verdades mucho más incómodas que todas las de Al Gore juntas y una receta estructurada al milímetro para propiciar el resurgir del caballero de pelo en pechofrente a las hordas del feminismo radical y no tan radical.
Calzonazos con sangre
de horchata, por favor, abstenerse. Los demás, mujeres incluidas, estáis
invitados a montar en este carrusel de testosterona fuera de control que a buen
seguro centrifugará todo lo que pensabais hasta ahora sobre la guerra de sexos…
No
las tomamos en serio. Ni a las señales ni a ellas. Y las muy golfas, que, por
mucho que amenazaran con suspender toda maniobra de refocilamiento sexual,
tenían tanta o mayor necesidad de fricción genital que nosotros, siempre
contaban con un numero de amantes suplentes aleatorios mucho más elevado que el
nuestro. Les bastaba con chasquear los dedos para tener una erección o dos
a su servicio. En realidad, no arriesgaron nada de nada. Se limitaron a someter
a un género entero a su voluntad a través del miedo. Michael Moore nunca dijo
ni dirá una palabra de todo esto en sus documentales, pues él también tiene que
mojar el churro de vez en cuando, no vaya a ser que el Spontex que tiene
en la cabeza le chorree por las orejas y pierda el sentido de la objetividad
documental. Imaginamos que las mujeres escogerán por sorteo a alguien para
realizar tamaño sacrificio, en plan Los juegos del hambre, porque, si lo hacen
por placer, entonces la cosa es mucho más grave de lo que nos pensamos. Todo
ello, unido a las características esenciales de estilo femenino de mando (ya
saben: susurrar en las sombras; esconderse detrás de los grandes hombres para
instigarles a hacer grandes gilipolleces; utilizar el victimismo como casus
belli etc…), arrinconó a los humanos con colgajo en una esquina y, al poco
tiempo, comenzaron a ocurrir fenómenos extraños, (otrora impensables), como los
siguientes:
*
Isabel Coixet ganó varios Goyas en una misma ceremonia y Sofia Coppolallego a
estar nominada en varias categorías a los premios Oscar por Lost in Translation,
obteniendo el de mejor guión original. Por fortuna, viendo que el asunto
cantaba demasiado, luego se cortaron un poco con esa oda multicolor a la
repostería de color de rosa y el vestuario rococó que fue María Antonieta, aunque
en realidad se tratara de un film que se hacía eco de la realidad histórica,
vista desde el mundo femenino, de una forma mucho más veraz que cualquier otro
largometraje dirigido hasta el momento por una mujer pija y consentida.
*
La trilogía de las sombras del tal Grey se encaramó a los tres primeros puestos
de todos los rankings literarios mundiales y desató un boom inesperado de
literatura erótica para mujeres donde lo importante, más que la literatura en
sí misma, era (y sigue siendo), poner complementos masculinos y máscaras
venecianas en las portadas.
*
Oprah Winfrey se convirtió en el personaje mejor pagado de la televisión y en uno
de los agentes socioculturales más influyentes a nivel mundial. Todo
por combinar tres pecados en un mismo culo: estar gorda, ser negra y
pertenecer al sexo femenino.
*
Y siguiendo con culos, el trasero de Jennifer López obtuvo una cobertura de seguro
a todo riesgo multimillonaria en el mismo país en el que la mitad de la población
carece de tarjeta de salud.
* Mujeres tan siniestras como Angela Merkel,
Hillary Clinton, Dolores de Cospedal, Soraya Rodríguez, Cristina Fernández de
Kirchner o Belén Esteban alcanzaron de un día para otros puestos de enorme
poder político que causarían un infarto de miocardio masivo a los hombres
estilo Burt Reynolds de los sesenta.
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