Bulevar de Javier Sáez de Ibarra
244 páginas
24 x 15 cm
Voces/ Literatura • 194
ISBN: 978-84-8393-153-0
16,35 / 17 €
En este bulevar por el
que transitamos, todo cuanto existe está a la vista.
Sin embargo, para estos personajes se ha convertido en una imagen. Solo una imagen. Quien posee algo: una casa, un perro, un automóvil, no puede o no sabe emplearlos. Quien cree tener esposo, padre, hermano o hija no los encuentra. Un recuerdo de boda ya no recuerda nada y nuestra lista de deseos se vuelve una serpiente…
Cuando creíamos que acabando los misterios alcanzaríamos la liberación, nuestro triunfo de lo visible, ¿no se nos queda en la superficie, sin dentro ni detrás, sin espesor, la repetición desencarnada de un acontecimiento que no llega.
Hubo un tiempo en que decíamos: el fin no justifica los medios; luego fuimos aceptando que vale todo para lograr nuestros fines. Hoy nos sobran medios, y hemos de preguntarnos para qué.
Sin embargo, para estos personajes se ha convertido en una imagen. Solo una imagen. Quien posee algo: una casa, un perro, un automóvil, no puede o no sabe emplearlos. Quien cree tener esposo, padre, hermano o hija no los encuentra. Un recuerdo de boda ya no recuerda nada y nuestra lista de deseos se vuelve una serpiente…
Cuando creíamos que acabando los misterios alcanzaríamos la liberación, nuestro triunfo de lo visible, ¿no se nos queda en la superficie, sin dentro ni detrás, sin espesor, la repetición desencarnada de un acontecimiento que no llega.
Hubo un tiempo en que decíamos: el fin no justifica los medios; luego fuimos aceptando que vale todo para lograr nuestros fines. Hoy nos sobran medios, y hemos de preguntarnos para qué.
Yo
mismo la hubiera escrito, de poder hacerlo. Cada cual teníamos una historia
interesante que contar. Iván el grande se había exiliado de la isla, llevaba
dos años en Madrid; Ladis, no más de nueve meses, entró como turista y allí
estaba, ganándose la vida; su mujer había llegado antes que él y trabajaba en
una casa. Del Nene ninguno sabíamos mucho, no hablaba apenas; en cambio, Iván
el grande no se callaba nunca, casi siempre para decir mentiras: que había
participado en una guerrilla, que una novia lo esperaba en su pueblo, que tenía
un hijo de otra. Lo contaba riéndose como si se divirtiera. A veces me parecía
sincero; otras, un cínico; a menudo se quejaba del trabajo: la verdad es que
para levantar los objetos pesados resultaba imprescindible; el jefe ni lo
llamaba, él acudía solo. «Erwin está muerto» era su frase más repetida. O
también: «cualquier día me largo de aquí, este trabajo es inhumano». Viajaba
detrás en el automóvil con Ladis y se metía con él. «Ustedes los polacos se
alimentan de papas y el cerebro se les espesa», le decía. Iván el grande no lo
hacía para provocarlo, creo yo, sino por dar rienda suelta a sus ideas o llenar
el silencio. Ladis le sonreía con la boca cerrada, sin dejar de mirar por la
ventanilla.
La
relación que teníamos con Erwin no era profunda. A mí me recibió por primera
vez en el garaje donde guardábamos la furgoneta. Le dije que venía de parte de
un compañero que había trabajado con él, antes de emplearse en un matadero de
aves. Mi amigo y Erwin eran peruanos, como yo. Temí que me pusiera alguna
objeción por la estatura o que midiera mi fuerza; sin embargo, ni me miró los
brazos; se limitó a leer los datos de la cédula y del pasaporte, me preguntó
dónde vivía y me dio el puesto. Sí me advirtió de que el trabajo era cansado,
que procurase dormir; venían recibiendo muchos pedidos, conque no me
preocupara. De eso hacía casi un año. Erwin no es un padre ni un negrero; sólo
un hombre que sabe cómo actuar, lo que un recién llegado como yo más
necesitaba. Nunca tuvimos la menor queja uno del otro. Por eso me animé a
pedirle que me prestara el coche, a lo que accedió. Ahora faltaba que terminase
con el cliente y cumpliera lo prometido.
El
grande Iván, Ladis y el Nene se habían quedado fuera de la casa. Supuse que el
cubano estaría soltando sus bravuconadas a quien quisiera oírlas; Ladis, pensando
en el estofado de la cena; y el Nene, que era bien listo, planeando qué hacer
ese viernes en que habíamos acabado pronto y al que le restaba aún un tiempo
aprovechable. A Erwin no le gustaba vernos a ninguno en el momento del cobro;
la consigna era volver a los coches y esperarlo allí. Sabíamos que casi siempre
le caía una propina; a final de mes, el jefe nos daba tanto a cuenta de aquella
y había que fiarse. No era mala persona, si bien sospechábamos que nos
escatimaba algo. Yo, estando con él, incumplía la norma; pero necesitaba
recordarle lo prometido y que me dejase el coche lo antes posible, no se me
fuera a hacer tarde. Entendí que, por esa vez, a Erwin no le molestaría;
además, la fama del hombre me servía de justificación.
Hacerse el muerto de Andrés Neuman
24 x 15 cm. (Edición argentina)
Voces/ Literatura • 160
ISBN: 978-84-8393-066-3
$ 125 / - €
Una silla esperando a
alguien que no llega. Un zapato con memoria. Una madre que corre en sueños. Una
pareja enamorada de lo que no hace. Un psiquiatra atendido por su paciente. Una
moneda volando en un hospital. Una mujer que se excita con Platón. Dos
ensayistas en el baño. Un político perseguido por revolucionarios invisibles.
Un asesino cubista. Un fusilado que piensa. Monólogos. Mirones. Todo esto, y
más, vive en Hacerse el muerto.
En estos nuevos cuentos, Neuman explora el registro tragicómico hasta las últimas consecuencias, desplazándose de lo conmovedor a lo absurdo, del dolor de la muerte al más agudo sentido del humor. Breves piezas que buscan, simultáneamente, la emoción y la experimentación. Un trabajo atrevido con el estilo, la voz y la temporalidad. Una impactante serie de reflexiones sobre la pérdida como manera lúcida de intensificar la vida, de interpretar nuestra asombrada fugacidad.
En estos nuevos cuentos, Neuman explora el registro tragicómico hasta las últimas consecuencias, desplazándose de lo conmovedor a lo absurdo, del dolor de la muerte al más agudo sentido del humor. Breves piezas que buscan, simultáneamente, la emoción y la experimentación. Un trabajo atrevido con el estilo, la voz y la temporalidad. Una impactante serie de reflexiones sobre la pérdida como manera lúcida de intensificar la vida, de interpretar nuestra asombrada fugacidad.
Cuentos completos [1880-1885] de Antón
P. Chéjov
1165 páginas
Voces/ Literatura • 190
ISBN: 978-84-8393-149-3
22 x 14 cm. Tapa dura
37,50 / 39 €
El padre del cuento. Un
punto de partida para la literatura. Antón Pávlovich Chéjov y su universo. Por
primera vez en español cuatro cuidados volúmenes reunirán toda la narrativa
breve del maestro ruso universal. Una selecta traducción realizada por los
mejores traductores y una rigurosa edición a cargo de Paul Viejo, que servirá
para conocer de principio a fin y cronológicamente la obra del autor de “La
dama del perrito”. Un primer volumen donde confluyen sus cuentos iniciales,
humorísticos y paródicos, junto a obras maestras como “El camaleón”, “Se fue” o
“Flores tardías”. El camino se abre aquí a una obra de referencia para la
modernidad. El camino de Chéjov. Chéjov completo.
Pese a la abundancia de
traducciones y antologías de los relatos de Antón Chéjov, que en demasiadas
ocasiones repiten títulos y selecciones similares, el lector español no tiene
la oportunidad de acudir a su obra completa, perdiendo así la oportunidad de
leer un gran número de cuentos que permanecen inéditos y, sobre todo, poder
considerar el desarrollo de toda la obra del escritor, sus diferentes periodos,
la progresión de su escritura, dando una visión completa y ceñida a la realidad
de su figura.
El proyecto Cuentos
completos reunirá los más de 600 cuentos que componen la totalidad del corpus,
muchísimos de ellos sin editar en español, junto a aquellos relatos no
publicados o inconclusos en vida del autor. La publicación se llevará a cabo en
4 tomos de 1200 páginas cada uno, publicados a razón de uno al año (2013 a
2016), en una edición dirigida por Paul Viejo, especialista en literatura rusa
y escritor, que además de numerosas notas, tablas, índices y apéndices
bibliográficos. Reunirá en sus páginas a los traductores de diferentes
generaciones que más y mejor se han ocupado de Chéjov en español, y aspira a
ser por tanto la edición completa y definitiva de los cuentos de Chéjov en una
exquisita presentación y cargada de material adicional.
Este primer tomo de la
serie, 1880-1885, toma la producción inicial de Chéjov y en sus casi 1200
páginas reúne un total de 240 cuentos, presentados en orden cronológico, desde
el primero publicado por el autor “Carta a un vecino erudito” hasta “Un drama
de caza”, que abrirá el siguiente, con muchísimos cuentos publicados en libro
por primera vez en nuestra lengua.
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