Librerías
Entramos a una
sala repleta de libros en unas cuantas estanterías, te diriges a la de la
derecha y con tu mano buscas en la sección Policial, buscas. En cambio, yo, me
decanto por la que se sitúa unos metros más allá, la sección Narrativa y
busco, también con ayuda de mi dedo, mientras señaló libros tras libro, sin
descanso.
El dependiente nos mira con alegría, hoy por suerte está considerablemente llena su librería pues dentro de unas horas hay una presentación de un tal Orejudo, sabes que sus libros me gustan. También escuchó el pasar de las paginas acumulado de tantas personas, como si escuchara las olas del mar con los ojos cerrados, disfrutamos, porque sé que a ti también te gusta ese siseo tan sutil. Nos acercamos con los libros que queremos, ambos nos hemos decantado por ejemplares publicados este año; tú con El cementerio vacío (siempre te han gustado los lugares solitarios) y yo con La cartera del cretino (en algo piensas mientras se le doy a la librera).
El dependiente nos mira con alegría, hoy por suerte está considerablemente llena su librería pues dentro de unas horas hay una presentación de un tal Orejudo, sabes que sus libros me gustan. También escuchó el pasar de las paginas acumulado de tantas personas, como si escuchara las olas del mar con los ojos cerrados, disfrutamos, porque sé que a ti también te gusta ese siseo tan sutil. Nos acercamos con los libros que queremos, ambos nos hemos decantado por ejemplares publicados este año; tú con El cementerio vacío (siempre te han gustado los lugares solitarios) y yo con La cartera del cretino (en algo piensas mientras se le doy a la librera).
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