Todo esto para qué de Lionel Shriver
PVP
con IVA 24.90 €
Nº
de páginas 560
Colección
Panorama de narrativas
Traducción Daniel
Najmías
A Shep Knacker no le ha
ido nada mal en los negocios, pero desde la adolescencia sueña con retirarse
todavía joven a un paraíso tercermundista, donde sus dólares valdrán mucho más
y le durarán para siempre. Shep ya tiene el capital necesario para hacer real
su sueño, pero su esposa, a quien él suponía comprometida con su proyecto, ha
ido demorando la partida con distintos pretextos. Pero ahora Shep ha quemado
las naves –o eso cree él– y ha comprado billetes, sólo de ida, para la isla de
Pemba, cerca de Madagascar. Y entonces ella le revela que tiene una enfermedad
rara y de muy mal pronóstico, un mesotelioma peritoneal, y que él no puede
dejar su trabajo porque ella necesita su seguro médico para los tratamientos
todavía experimentales que pueden salvarla... Una novela sobre el esplendor y
las miserias de la clase media-baja americana, escrita con un notable
despliegue de talento y ferocidad.
«Una novela vigorosa»
(Terry Apter, Times Literary Supplement).
«Un grito furioso... La
autora va mucho más allá de las fábulas hollywoodienses y pide cuentas a la
sociedad americana y a un sistema que profundiza las desigualdades sociales»
(Christine Ferniot, Lire).
«Shriver, una escritora
arriesgada y con una imaginación proteica, nos presenta otra novela
deslumbrante y provocativa» (Publishers Weekly).
Flores en las grietas (Autobiografía y literatura) de Richard
Ford
PVP
con IVA 17.90 €
Nº
de páginas 224
Colección
Panorama de narrativas
Traducción Marco
Aurelio Galmarini
Este libro reúne por
primera vez los textos memorialísticos y ensayísticos de Richard Ford, en los
que reflexiona sobre la literatura y la vida, sobre la vida como germen de la
literatura y sobre la literatura como indagación en los misterios de la vida.
Hay textos íntimos como el recuerdo de un instante de felicidad con su padre o
de la etapa adolescente que pasó en el hotel regentado por su abuelo tras la
muerte de su progenitor. Y textos sobre literatura: el sentido de la escritura;
el proceso creativo; del placer de la lectura; el cuento entendido como género
de la audacia y la concentración narrativa; Chéjov como fuente de la que brota
toda la cuentística contemporánea; Carver como ser humano, más allá del genio
literario y del mito; la poderosa verdad narrativa de escritores como Richard
Yates o James Salter... Un libro imprescindible para completar el canon
fordiano, para descubrir sus fuentes de inspiración, las claves íntimas de su
universo literario y su pasión de lector.
Una vez escribí un relato en el que
una niña anglocanadiense le dice a un joven de la tribu de los pies negros:
«Para mí, un indio no es más que un obstáculo en la carretera.» Poco después
recibí una llamada telefónica de un profesor de la Universidad de Carolina del
Norte que me preguntaba qué sabía yo de «jóvenes indios tendidos por la noche
en las carreteras», pues su investigación revelaba que, en Estados Unidos, eso
era una causa frecuente de muerte entre los varones nativos. Tuve que
explicarle que no había hecho ninguna investigación sobre el tema, que
simplemente di con esa frase una mañana, me gustó y la dejé en el relato
confiando en que si yo podía pensarla, sin duda alguien más lo había hecho ya.
En otras palabras, la había construido sin tener un conocimiento especial sobre
los indios, pero tras haberme pasado la vida prestando atención a los seres humanos.
Y ése es, supongo, el extraño poder de la imaginación, que si bien no es fiable
para dar con verdades seguras, al menos arroja luz sobre hechos nuevos que, si
nos convencen, se transforman en verdades.
La verdad sobre Marie de Jean-Philippe Toussaint
PVP
con IVA 14.90 €
Nº
de páginas 144
Colección
Panorama de narrativas
Traducción Javier
Albiñana
Una quinta parte de
esta novela la ocupa una escena antológica que ningún lector podrá olvidar: el
embarque de un purasangre en el aeropuerto de Tokio. Es de noche, llueve a
cántaros. El caballo, despavorido, ha despistado a sus escoltas japoneses, a su
propietario francés y a su amiga con su pila de maletas, y se ha sumergido al
galope en la oscuridad del aeropuerto. ¿Cómo encontrar, apaciguar y domeñar al
purasangre enfurecido al que, habida cuenta de su fama y de su precio, no
pueden sacrificar ni herir? Épico y regocijante. Alejandro Dumas pasado por el
Nouveau Roman. Flaubert narrándonos un grave incidente en la zona de flete de
un aeropuerto. Hay elementos de fatalidad antigua en esa literatura tan moderna
por su escritura y por sus mecanismos. Toussaint es un dios del Olimpo que,
según Bernard Pivot, ya sea con benevolencia o furor, manipula a unas criaturas
perfectamente elegidas y las proyecta a aventuras planetarias.
«Un logro. Un gran
libro fascinante que combina inextricablemente el deseo erótico, el de ver y el
de escribir como si se participara de una misma pulsión» (Nelly Kapriélian, Les
Inrockuptibles).
«Un libro prodigioso
sobre el amor» (Olivia de Lamberterie, Elle).
«Toussaint está creando
libro a libro una de las obras literarias más fascinantes de nuestra época»
(Nicholas Lezard, The Guardian).
Meses antes, Marie había copiado en
su portátil un programa que permitía descargar música con total ilegalidad.
Marie, que habría sido la primera sorprendida de habérsele advertido del
carácter ilegal de sus actos, Marie, mi pirata, que además pagaba a precio de
oro a un despacho de abogados y juristas internacionales para luchar contra la
falsificación de sus marcas en Asia, Marie se incorporó y atravesó la penumbra
de la habitación para descargar en el portátil una pieza musical suave y
bailable. Había encontrado un viejo show de su agrado, lánguido y de lo más
kitsch (me temo que teníamos los mismos gustos), y se puso a bailar sola en la
habitación entreabriéndose el camisón, regresando descalza hacia la cama, los
brazos cual sinuosas serpientes que improvisaban arabescos arabizantes en el
aire. Se sentó junto a Jean-Christophe de G., que le pasó cariñoso la mano bajo
el camisón, pero Marie se echó bruscamente hacia atrás y lo rechazó con un
ambiguo ademán de exasperación que podía pasar por un simple «manos quietas»
irritado al notar el contacto de su mano tibia en su piel desnuda. Tenía mucho
calor, Marie tenía muchísimo calor, reventaba de calor, se sentía pringosa,
sudaba, se le pegaba la piel, le costaba respirar en esa atmósfera sofocante y
viciada del cuarto. Abandonó el cuarto como un vendaval y volvió del salón con
un ventilador de rejilla que enfocó hacia la cama poniéndolo inmediatamente a
la máxima velocidad. El ventilador se puso en marcha lentamente, alcanzando
raudo su velocidad de crucero y proyectando estrepitosamente en el aire
turbulentas bocanadas que les fustigaban la cara y les agitaban los cabellos
sobre los ojos, él luchando para recogerse un mechón en la frente, ella,
dócil, la cabeza gacha, ofreciendo con fruición su melena al aire, lo que le
daba aire de loca, o de Medusa. Marie y su agotadora atracción por las ventanas
abiertas, los cajones abiertos, las maletas abiertas, su afición al desorden,
al desmadre, al caos, a la debacle, al aire revuelto y a las ráfagas.
Ha dejado de llover de Andrés Barba
PVP
con IVA 16.90 €
Nº
de páginas 208
Colección
Narrativas hispánicas
Ésta es una «novela de
nouvelles», el retrato de una ciudad compuesto por cuatro variaciones sobre un
mismo tema: una persona, súbita y accidentalmente, entiende por fin la vida de
otra. La paternidad, la infidelidad, la muerte, la incapacidad para comunicar
los propios sentimientos, la irrupción súbita del amor, la fascinación por el
otro, la arquitectura del deseo, el miedo a la felicidad, los temas centrales
que hacen temblar las vidas de los protagonistas de estas excelentes nouvelles
son, en realidad, los temas de cualquier vida, magistralmente elaborados por un
autor de quien se ha dicho:
«Andrés Barba no
necesita ayuda alguna. Tiene ya un mundo intencional perfectamente cerrado y
una maestría impropia de su edad» (Mario Vargas Llosa).
«Para mí Barba se ha
vuelto un escritor imprescindible» (Rafael Chirbes).
«Un nuevo grande de
España, eso es todo» (Lire).
«Barba ha entendido
perfectamente la agresividad que a veces define nuestros encuentros románticos
y la limpidez de su prosa es el vehículo perfecto» (Times Literary Supplement).
Tal
vez lo más
sencillo y lo
más honesto habría
sido contestar simplemente que no era famoso. Sólo muy de cuando en
cuando le paraba alguna veinteañera por la calle para preguntarle si era él, y
sólo muy de cuando en cuando alguien le pedía que le firmara un disco. No sabía
si aquello era o no suficiente para ser considerado famoso, lo que sí sabía era
que había sido más que suficiente para despertar la envidia despreciativa de la
mitad del mundo musical independiente madrileño. De su pequeña celebridad, aquel
fenómeno de la envidia fue la primera consecuencia y también la más persistente
de todas. Una envidia rencorosa y fea, acomplejada, que le hizo perder a varios
amigos y sentirse enfadado en más de una ocasión. Solía manifestarse de manera
velada y con falsos piropos, a veces con comentarios acerca de lo mucho que le
interesaba la música que hacía antes (cuando no tenía ningún éxito) y lo poco
que le interesaba la que hacía ahora (que sí lo tenía), o con una manera aún
más velada de evitar cualquier conversación que tuviera que ver con lo que
componía en aquel momento. Su pequeña celebridad tuvo también otras
consecuencias más extrañas y menos previsibles: vivió durante aquellos años
como si muchos de sus deseos se hubiesen extinguido en él, deseos obvios y
esquemáticos que al haber sido satisfechos le dejaban de pronto un regusto
cercano al de la humillación, como un niño que ha estado toda una tarde
berreando para que le compren un algodón de azúcar y cuando lo tiene en la
manos siente de pronto su pringue, su excesivo dulzor, y que el cumplimiento de
su deseo genera de inmediato otros deseos adyacentes; el agua para saciar la
sed, la necesidad de lavarse las manos. Ni siquiera había un deseo propiamente
dicho, sino más bien la sensación de que el éxito había reducido el mundo a su
estricto significado y a un curioso embotamiento de
las realidades más
físicas, de sus
juicios, de la música, de su juventud.
Nubosidad variable de Carmen Martín Gaite
PVP
sin IVA 21.06 €
PVP
con IVA 21.90 €
Nº
de páginas 416
Colección
Otra vuelta de tuerca
Sofía Montalvo y
Mariana León fueron amigas en el colegio. Sofía se ha visto atrapada en una
oscura existencia de esposa y madre de familia. Mariana, cuya trayectoria
amorosa resulta más confusa que apasionada, ha logrado convertirse en una
brillante psiquiatra. Al cabo de más de treinta años, el azar las hace
coincidir en un cóctel y el recuerdo de su amistad desencadena en ambas una
revolución interior. Mariana evoca la afición de Sofía por las palabras,
animándola a escribir. Con la sensación de quien se dispone a ordenar el cuarto
donde se amontonan los miedos, objetos, presencias y fantasías, Sofía estrenará
su primer cuaderno. Entretanto, Mariana se ha marchado de Madrid sin avisar a
nadie y compone para Sofía cartas que no se atreve a echar al correo y en las
que va tomando el pulso a su desintegración psicológica. Con esta novela la
autora logró una de las obras maestras más celebradas de la literatura española
contemporánea.
«Una gran novela, un
libro fascinante, y quizás la obra maestra de su autora» (Rafael Conte, ABC).
«Martín Gaite ha
escrito una novela perfecta. Absolutamente recomendable» (El País).
La mujer del teniente francés de John Fowles
PVP
con IVA 21.90 €
Nº
de páginas 456
Colección
Otra vuelta de tuerca
Traducción Ana
María de la Fuente
Bahía de Lyme, 1867. El
joven Charles Smithson ha ido a visitar a su prometida. Llevado por su afición
a la paleontología, hace largas excursiones por los bosques en busca de
fósiles. En una de ellas conoce a Sarah Woosroff, a la que los lugareños
llaman «la mujer del teniente francés», por el romance que vivió con un marino
de esa nacionalidad que después la abandonó. Entre ambos personajes nace un
amor apasionado que chocará violentamente con la rígida moral victoriana.
Manipulando ingeniosamente las convenciones del narrador omnisciente
decimonónico y los clichés de la novela victoriana, Fowles construye un
brillantísimo libro que, por un lado, relata una apasionante historia de amor
y, por otro, propone una aguda reflexión sobre el sentido último de la
literatura. La novela fue objeto de una aplaudida versión cinematográfica
protagonizada por Meryl Streep y Jeremy Irons.
«Magnífico tour de
force» (Times Literary Supplement).
«Una espléndida, lúcida
y muy satisfactoria creación artística» (J. Price, New Statesman).
«Un libro apasionante y
una insuperable muestra de talento narrativo» (John Higgins, Financial Times).
La ética de la crueldad de José Ovejero
PVP
con IVA 16.90 €
Nº
de páginas 200
Colección
Argumentos
Estamos acostumbrados a
ser testigos de violencias extremas, torturas, violaciones y humillaciones en
todas las formas del arte. A menudo la crueldad allí desplegada se nos presenta
como espectáculo. Sin embargo, hay una crueldad que no satisface el morbo del
espectador ni corteja sus valores, sino que lo confronta con sus hipocresías y
sus miserias. Es ética en el sentido de que pretende una transformación del
lector, aunque a veces tenga que agredirle para ello: no le ofrece certidumbres
sino lo contrario. Este libro defiende una literatura contraria a la cultura
del espectáculo y a la asepsia posmoderna, una literatura que aborrece lo
inocuo y lo complaciente. José Ovejero ilustra su propuesta teórica con una
original exploración de novelas de Bataille, Canetti, Luis Martín-Santos,
Cormac McCarthy, Onetti y Jelinek, autores crueles cada uno a su manera.
Después de leerlos, no se puede seguir viviendo como antes de hacerlo. Y lo mismo
le sucederá a quien lea este ensayo.
Porque en pocos países ha asumido
el espectáculo cruel un lugar tan central en la cultura nacional, hasta el
punto de convertirse en un símbolo metonímico, y algo banal, de lo español,
como la salsa lo sería de lo caribeño, el flamenco de lo andaluz y la pasta de
lo italiano, de forma que los anuncios turísticos suelen contener referencias a
esos elementos identificadores que todos conocen; aunque también el cine de
todo el mundo ofrece crueldad a raudales, ésta no tiene lugar de manera
inmediata y original, es un producto creado para una reproducción
tendencialmente infinita e idéntica cada vez, carece de ese elemento de
irrepetibilidad que contiene la corrida y que por cierto comparte con las
ejecuciones públicas del pasado; si éstas eran consideradas obscenas por
quienes pensaban que el público se envilecía acudiendo a ellas, y alabadas por
quienes las juzgaban útiles por su carácter ejemplar, también las corridas son
criticadas porque en ellas, aunque la parte de ritual no sea desdeñable, el
público se divierte con un espectáculo en el que la muerte tiene de verdad
lugar: lo aniquilado no recobra la vida, la sangre del toro, o del torero,
queda derramada para siempre. El espectador de la corrida no se recrea en una
representación sino que precisamente disfruta del placer que provoca lo
trágico cuando va unido a lo irremediable. Sólo así la ejecución del animal
puede provocar una emoción genuina; los ritos no son una mera repetición de
gestos, aunque requieran dicha repetición; lo que los vuelve profundos es que
la reproducción precisa de movimientos, la enunciación de ciertas palabras que
no cambian, el uso invariable de determinados colores o instrumentos, van
unidos a emociones que cada vez adoptan matices diferentes; el fiel y el
espectador de la corrida saben que detrás de las repeticiones fluye la vida, y
por tanto lo impredecible, lo nuevo, lo efímero.
Porque la vida no basta. Encuentros con Miquel
Barceló de Michael Damiano
PVP
sin IVA 21.06 €
PVP
con IVA 21.90 €
Nº
de páginas 344
Colección
Biblioteca de la memoria
A finales de 2008,
Miquel Barceló invitó a Michael Damiano, un estudiante norteamericano de
veintidós años, a vivir en su taller de París. Durante el siguiente año,
Michael llegaría a conocer profundamente al pintor, pasando tardes con él en
París y acompañándole en viajes a Barcelona, Ginebra o el País Dogón de Mali.
También estudiaría la personalidad del artista a través de conversaciones con
los miembros de su círculo más íntimo. Este libro, el resultado de este proceso
de investigación personal, relata la vida singular de Barceló desde sus años
radicales de pobreza en la Mallorca posfranquista hasta las vicisitudes de sus
grandes proyectos públicos y sus triunfos y frustraciones en el mundo del arte
internacional. De ahí surge el retrato de un hombre brillante y contradictorio,
un hombre, en palabras del autor, «de enorme generosidad y a la vez de gran
egoísmo, con un lado cariñoso y otro peligroso».
«En estas páginas vemos
el arte de Barceló: sus cuadros, sus murales, sus esculturas se alzan ante
nosotros, cobran vida, casi respiran... gracias a la maestría descriptiva de
Michael Damiano» (Rodrigo Rey Rosa).
Miquel proyecto pintura gris-vert –un gris verdoso
con tonos azulados– en un lado de la superficie
tridimensional y una gama de colores brillantes en el otro, y por ello, al
circular por el perímetro de la sala redonda, los colores empiezan a aparecer primero
al borde de la pintura gris-vert, luego compartiendo las formas de las
estalactitas y finalmente —al otro extremo de la sala— dominando el paisaje con
un impacto policromo. Al caminar por la sala me doy cuenta de que las formas
también cambian. La singular e irregular topografía del enorme mural hace que
la cúpula tenga un aspecto diferente desde cada punto de la sala.
La sala esta casi llena. Mujeres
con vestido largo, hombres con traje oscuro y una decena de fotógrafos que
circulan entre la multitud. Me parece
que pronto va a dar comienzo el acto y decido presentarme a Miquel. Sera
nuestro primer encuentro. De repente, en las dos inmensas pantallas situadas al
fondo de la sala, veo un primer plano del rostro de Barceló, enorme. Frente a
una de las pantallas hay mucha gente y un hombre carga con una cámara de
televisión. El objetivo enfoca a Barceló, que los saluda a todos, uno por uno,
mientras más gente trata de acercarse a él. Me aproximo y me quedo rondando
dubitativo entre la muchedumbre hasta que un hombre de unos sesenta anos
vestido con traje negro me mira insistentemente. «¿Eres Adán?», me pregunta. «No»,
respondo, pero no dejo que se aleje. No es posible que este buscando aquí a
otro americano de veintiún anos. Es Biel Mesquida, poeta mallorquín y amigo de Barceló
desde la adolescencia de este en Palma, y resulta que si me busca a mi. María
Hevia, directora del Fondo Documental Miquel Barceló, le ha pedido que vaya en
mi busca. «¿Te has presentado a Miquel?», me pregunta. Como Mariscal hace seis meses,
se ofrece a ayudarme y avisa a Miquel.
El aspecto de Miquel es muy diferente
del de los asistentes a la inauguración. En lugar del traje oscuro y sobrio
imperante, viste un conjunto extraño y discordante: pantalones morados, americana
de tela basta y camisa blanca abotonada hasta el cuello pero sin corbata. Lleva
el cabello de punta y engominado. Es un peinado moderno, con estilo, pero que
no encaja con las entradas que luce a sus cincuenta y un años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario