Norman
Manea
La
guarida
Se
diría que, desde el primer momento, el nombre de Peter Gaşpar había inspirado
confianza al señor Artwein. Traería consigo el periódico del día y charlarían
sobre él, pero no el periódico del año en curso. El señor Artwein se refería a
los periódicos del año de su nacimiento. El día 5 de enero significaba el 5 de
enero de 1920, el 22 de junio sería el 22 de junio de 1920. El mundo había
nacido el día de la venida al mundo del señor Artwein: el 24 de febrero de
1920.
Peter
parecía motivado por tan extraño quehacer. Evidentemente, no le importaba, no
le importaba ser el objeto de una obra de caridad. «¡Esto sí que es una buena
idea! Todos dicen que los americanos son workaholics, adictos a su trabajo, que
depende psíquicamente de él, que no pueden dejarlo y no piensan más que en el
dinero. Pues, mira tú por dónde, hay alguien montado en el dólar que renuncia
al trabajo y está dispuesto a tirar el
dinero por la ventana. ¡Placeres nada canónicos! ¡La mujer demasiado joven y
disponible no lo molesta, no está obsesionado por vigilarla o dominarla, la
deja a merced de sus caprichos, nada limitados, por cierto, y contrata a un
vagabundo balcánico para la conversación de la mañana con respecto al tiempo
pasado, como solían hacer los hombres antaño!»
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