El premio ha sido
concedido al escritor griego Petros Márkaris, destacaron la «crítica política a la sociedad actual
en Grecia, cuyas similitudes con España nos hacen la novela más cercana» y la
«sencillez predominante, complejidad de los temas y la constante intriga». Una
trama policial con la crisis griega y el fraude fiscal de telón de fondo, ha
ganado el premio en la categoría de mejor obra en lengua extranjera.
La «Trilogía de la Crisis», que se inició Con el agua al cuello
(2011, Premio Negra y Criminal) y prosiguió con la galardonada Liquidación
final (2012), ha merecido el aplauso de la crítica y de los lectores, y
culminará con la novela Pan, educación, libertad, que saldrá a la venta
en septiembre de este año.
El premio, destinado a
distinguir la mejor novela en lengua española. Este espacio dedicado a la
narrativa tiene como objetivo convertir a los alumnos de secundaria en
protagonistas a la hora de otorgar un Premio Literario ya que el jurado de este
certamen está formado por estudiantes del Instituto 'Rosalía de Castro' de
Santiago y de cuatro centros más de Galicia, elegidos por sorteo. El galardón
tiene una dotación económica de 3.000 euros.
Extractos:
Ya
que tenemos un pequeño viaje por delante, me desentiendo del trayecto e intento
concentrarme en mis pensamientos. Resulta que los hechos confirman mi
intuición. Me he topado con un asesinato. Y no con un asesinato cualquiera,
sino con el de un médico de renombre, lo que significa que tendré que vérmelas
con clínicas, científicos y periodistas que no dejarán de importunarme a cada
paso. En resumen, todos los ingredientes para meterme en líos. Trato de
convencerme de que debo desempeñar mi trabajo sin pensar en las consecuencias,
pero no me resulta fácil. Hace años que me hice a la idea de que me jubilaría
con mi grado actual, y no me importaba. Ahora que se ha abierto una ventanita
al ascenso, intento que no se me cierre. De repente, estoy asustado y empiezo a
comprender a Guikas, siempre preocupado por no pifiarla.
Trato
de apartar estos pensamientos para centrarme en el caso. Por lo que he
averiguado hasta el momento, Korasidis era un hombre problemático, muy
controvertido y, en consecuencia, con muchos enemigos. Puede que ésta sea la
razón por la que alguien decidió matarlo, pero no explica el modus operandi. Lo
lógico hubiera sido dispararle con un arma de fuego o golpearle con algún
objeto pesado. El asesino, sin embargo, le inyectó veneno en la nuca. Un
detalle significativo, como también
lo es que lo abandonaran en el cementerio del Cerámico. No se me quita de la
cabeza que lo mataron en otra parte, quizá para que no pueda procesarse el
escenario del crimen, pero ¿dónde? Por otro lado, ¿por qué trasladaron el
cadáver al Cerámico? No puedo responder a ninguna de las dos preguntas; es
demasiado pronto. No hago más que marear la perdiz. Cuando vuelvo a mirar por
la ventanilla, descubro que nos encontramos en una gran avenida.
—¿Dónde
estamos? —pregunto a Vlasópulos.
—En
la avenida Teseo. Mirto cae un poco más adelante, a la izquierda.
Liquidación
final / Tusquets Editores (2012)
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