Harry Potter se encuentra en su cama a Dobby, un elfo domestico al cual maltratan sus amos, el cual viene a avisarle de que ese curso una amenaza mortal se cierne sobre Hogwarts, la escuela de Magia y Hechicería. Poco después no pueden pasar ni él ni Ron por al andén nueve y tres cuartos por lo que tienen que ir en un coche volador.
Al llegar al colegio descubre que la Cámara de los Secretos ha sido abierta por segunda vez y que ha dejado escapar un monstruo muy peligroso. Además en este curso el profesor de defensa contra las artes oscuras es Gilderoy Lockhart, el cual es un mago famoso autor de casi todos libros que utilizan en ese curso, además de creer que Harry está dejándose llevar por la fama como hace él.
En esta parte la autora se ha inspirado en una novela negra pues las petrificaciones se sucenden como en estos libros, que en ved de buscar un asesino están tras las pista de un monstruo. Harry y sus amigos van tras él teniendo en este caso el papel de detectives.
Una novela que se hace corta. De fácil lectura recomendada para todos aquellos a los que les gusten disfrutar y entretenerse leyendo, además de que no quieran una trama complicada. En esta parte la autora trata de que pensemos en el posible culpable con las pistas ofrecidas a lo largo del libro, además, por otro lado tiene diálogos muy divertidos que harán que te rías de situaciones muy dispares como el tratamiento entre magos y personas no mágicas.
Extractos:
Se abrió la gatera y apareció la mano de tía Petunia, que introdujo en la habitación un cuenco de sopa de lata. Harry, a quien las tripas le dolían de hambre, saltó de la cama y se abalanzó sobre el cuenco. La sopa estaba completamente fría, pero se bebió la mitad de un trago. Luego se fue hasta la jaula de Hedwig y le puso en el comedero vacío los trozos de verdura embebidos del caldo que quedaban en el fondo del cuenco. La lechuza erizó las plumas y lo miró con expresión de asco intenso.
De esta forma penetraron en el bosque, con Fang correteando a su lado, olfateando las hojas y las raíces de los árboles. A la luz de la varita mágica de Harry, siguieron la hilera ininterrumpida de arañas que circulaban por el camino. Caminaron unos veinte minutos, sin hablar, con el oído atento a otros ruidos que no fueran los de ramas al romperse o el susurro de hojas. Más adelante, cuando el bosque se volvió tan espeso que ya no se veían las estrellas del cielo y la única luz provenía de la varita de Harry, vieron que las arañas se salían del camino.
Editorial: Salamandra
Autor: J. K. Rowling
Páginas: 286
Precio: 15 euros
Editorial: Salamandra
Autor: J. K. Rowling
Páginas: 286
Precio: 15 euros
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