domingo, 23 de septiembre de 2012

Fragmentos Nº72: La bailarina


Ōgai Mori
La bailarina 

Las posteriores parecían escritas en un estado de gran angustia y cada una de ellas empezaba de la misma forma: «¡Ay! Solo ahora me doy cuenta de lo profundo de mi amor por ti. Me dijiste que no tienes parientes cercanos en tu país y que te quedarías aquí si encontrabas los medios de vida adecuados para salir adelante, ¿no es cierto? Mi amor te mantendrá aquí unido a mí. Incluso si eso resultara imposible y te vieras obligado a regresar a tu país, podría acudir con mi madre para reunirme contigo sin demasiadas dificultades. ¿Pero de dónde sacaría yo el dinero para el pasaje? Mi intención ha sido siempre quedarme aquí hasta el día en que te hagas famoso. Haré lo que tenga que hacer. Pero el dolor por nuestra separación se hace cada día más profundo aunque tu ausencia se deba solo a un corto viaje y no hayas estado lejos de mí ni siquiera veinte días. Fue un error pensar que tu partida sería solo un dolor momentáneo. Finalmente, mi embarazo empieza a resultar obvio. No puedes abandonarme ahora, pase lo que pase. Me peleo a menudo con mi madre. Pero se ha rendido. Ahora ve que estoy mucho más decidida de lo que he estado nunca. Ella habla de quedarse con unos parientes lejanos que viven en una granja cerca de Stettin cuando me marche contigo. En tu última carta me decías que estás desempeñando un trabajo importante para el ministro. Si es así, encontraremos la forma de pagar el billete. ¡Cuánto anhelo el día de tu regreso a Berlín!».

2 comentarios:

  1. Hace un par de veranos me leí este librito. Es una historia preciosa pero también triste que me dejó un sabor agridulce. Que disfrutes de la lectura ;)

    Besos!

    Mika

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    Respuestas
    1. He disfrutado un monton, como tu dices, es triste y bella al mismo tiempo. Para mi ha sido un placer de lectura.

      Un abrazo

      FJ

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