Templo de hielo
El templo azul,
frío y oscuro, tú, el
cuartel de hielo
Me gusta imaginar mundos helados, fríos, oscuros y siniestros porque a partir de ellos las palabras brotan, emergen sin necesidad de buscar en sinónimos o de leer algo que te inspire. Como una fragancia sensual pero mortal, este haiku lo escribiría en una situación similar. No estoy seguro. Como ya dije, ha pasado un tiempo desde que escribí estos versos en un papel cuadriculado de un cuaderno con tapas de plástico traslucidas de color azul comprado en el chino.
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