Barry
Fairbrother ha caído muerto de un aneurisma cuando se dirigía a una fiesta, a
partir de ahí descubriremos las diversas formas que tienen los aldeanos del
pequeño pueblo situado en el Reino Unido en el que viven para llegar a ocupar
la vacante que ha quedado vacía en el concejo parroquial de forma imprevista. Este
caso crea un conflicto entre hijos y padres, ricos y pobres, mujeres contra
maridos, alumnos y profesores.
Pagford
es la pequeña villa en la se mueven sus numerosos habitantes de apariencia
idílica, ampliada hasta Los Prados, una zona alejada de las zonas ricas, donde
se sitúan los que tienen una economía media y los más desfavorecidos. Sus
secretos, las historias personales, la hipocresía, la pasión, la codicia…
Sus
personajes son variados y tienen diferentes formas de pensar: Krystal Weedon;
una adolescente con problemas durante toda su vida, rebelde por fuera pero
inocente por dentro, Andrew Price; otro adolescente que ignora todo lo
relacionado con los estudios, odia a su padres: Simon Price, el cual es un ser
detestable, primitivo y ante todo agresivo y Ruth Price la cual siente
impotencia por la situación que tiene en su hogar. Sukhvinder Jawanda, una
joven que se siente sola, maltratada por su entorno, desde el instituto hasta
en su casa, lo que le provoca una depresión con riesgo de suicidio, además teme
a sus padres por su forma de ser: Vikram Jawanda, el perfecto padre de familia
con un trabajo y atractivo, Parminder Jawanda, su mujer, doctora de origen
pakistaní, enamorada de Barry la cual tiene sus mismos ideales, es muy recta y
ordenada. Howard Mollison es seguro, no duda en dar su tiempo para trabajar por
la comunidad y a sus intereses personales, Shirley Mollison, su mujer, la
esposa perfecta pero la suegra insoportable, es hipócrita y convierte sus cenas
familiares en espectáculos teatrales. Su hija, Samantha Mollison, odia todo
aquello de su familia, su marido no cumple sus promesas, busca la perfección
pero es incapaz de ser feliz. Mary Fairbrother comparte la serenidad de su
marido pero no sigue sus ideales, Barry Fairbrother, hombre honrado, trabajador
y entregado a su pueblo, defendió los valores sociales, adorado por todos hasta
que muere…
Rowling
logra en esta novela una historia coral, cargada de realidad y sufrimientos, a
veces con un toque de humor ácido y siempre detrás de una crítica social hacia
nuestro actual modo de vida y de sociedad. Ha conseguido crear un microcosmos
cargado de personajes realistas pues todos tienen su lado oculto, cruel e
inhumano, sombrío e inhóspito oculto tras un secreto, pero también una cara más
amable, humana y alegre pese a lo que se mueve por las calles de la villa. A lo largo de la novela se describe todo tipo
de delitos que ponen en relieve los problemas del ser humano, también sobre
corrupción. Cada uno de sus personajes se encuentra en un lado sobre los
problemas de Pagford, es decir, algunos quieren que permanezca un centro de
toxicómanos pero otros hacen lo posible para librarse de él añadiendo todo tipo
de pretextos, este es un ejemplo de los muchos que preocupan a los habitantes
de la villa inglesa. En definitiva, la novela es un gran compendió de
personajes, con problemas comunes a todos, narrado con sencillez que describe
las formas de actuación frente a los problemas.
Recomendado
para aquellos que quieran descubrir una gran novela cargada de historias
realistas y personajes que dan a la novela una visión del mundo desde todas las
perspectivas. También para aquellos que les guste las largas novelas que hablen
del fondo y de la forma de nuestra sociedad. Y por último para los lectores de
J. K. Rowling, esta, su primera incursión en la novela para adultos, logra
adentrarnos en un mundo que refleja todo lo que las sociedades desarrolladas
quieren ocultar.
Extractos:
Dos bancos más atrás, Colin Wall
sollozaba, con jadeos débiles pero audibles, cubriéndose con un pañuelo grande
y mojado. Tessa tenía una mano apoyada en su muslo, ejerciendo una suave
presión. Ella pensaba en Barry; en que había contado con que la ayudara con
Colin; en el consuelo que entrañaba reírse juntos; en la ilimitada bondad de
espíritu de Barry. Lo veía con claridad, bajo y con la cara colorada, bailando
con Parminder en la última fiesta que habían organizado; imitando los reproches
de Howard Mollison sobre los Prados; aconsejándole con tacto a Colin, como sólo
él podía hacerlo, que aceptara la conducta de Fats como propia de un
adolescente y no de un sociópata.
A Tessa la asustaba lo que podía
suponer para el hombre que estaba a su lado la pérdida de Barry Fairbrother;
temía que Colin le hubiese hecho al fallecido una promesa que no podría
mantener, y que no comprendiera hasta qué punto Mary le tenía antipatía, con la
que estaba empeñado en hablar. Y entre toda esa ansiedad, entre todo ese pesar
que Tessa sentía, se abría paso, como un gusano insidioso, su preocupación
habitual: Fats, y cómo iba a evitar una explosión, cómo iba a conseguir que
fuera con ellos al cementerio, o cómo podía ocultarle a Colin que no había ido,
lo cual, a la postre, sería más fácil.
—Acabaremos la ceremonia de hoy con
una canción elegida por las hijas de Barry, Niamh y Siobhan, que significaba
mucho para ellas y su padre —concluyó el párroco, apañándoselas, mediante el
tono de voz, para desvincularse de lo que venía.
El redoble de batería sonó tan
fuerte por los altavoces ocultos que los presentes se sobresaltaron. Una voz
con acento americano entonó a todo volumen «A-já, a-já» y Jay-Z se lanzó a
rapear:
Good girl gone bad—
Take three—
Action.
No clouds in my storms...
Let it rain, I hydroplane into fame
Comin’ down with the Dow Jones...
Muchos creyeron que se trataba de
un error. Howard y Shirley intercambiaron miradas de indignación, pero nadie
apretó el stop, ni corrió pasillo arriba pidiendo perdón. Entonces, una voz
femenina potente y sexy empezó a cantar:
You had my heart
And we’ll never be worlds apart
Maybe in magazines
But you’ll still be my star...
Los portadores volvían a recorrer
el pasillo con el féretro, seguidos por Mary y los niños.
... Now that it’s raining more than
ever
Know that we’ll still have each
other
You can stand under my umbuh-rella
You can stand under my umbuh-rella
Los asistentes fueron saliendo
lentamente de la iglesia, reprimiéndose para no caminar al ritmo de la música.
La sonrisa de Miles se le quedó en
suspenso, como un triste globo olvidado después de una fiesta. Fue como si una
fría brisa atravesara el comedor, que quedó transitoriamente en silencio. Pese
a que Miles parecía un pelmazo, Kay estaba de su parte: era el único de los
comensales que se mostraba remotamente dispuesto a facilitarle la entrada en la
vida social de Pagford. Así pues, optó por volver al tema con que Miles parecía
sentirse más cómodo, sin sospechar que fuera inapropiado hablar de él en
presencia de Mary.
—La verdad es que los Prados es un
barrio duro —dijo—. He trabajado en zonas urbanas deprimidas; no esperaba
encontrar esa clase de privaciones en una zona rural, pero los Prados no es muy
distinto de lo que se ve en Londres. Bueno, hay menos diversidad étnica, por
supuesto.
—Sí, desde luego, aquí también
tenemos adictos y maleantes —replicó Miles—. Me parece que no puedo más, Sam
—añadió, y apartó su plato, en el que todavía había una cantidad considerable
de comida.
La anfitriona empezó a recoger la
mesa, y Mary se levantó para ayudarla.
—No, no te muevas, Mary. Tú
relájate —dijo Samantha.
Gavin también se levantó e insistió
caballerosamente en que Mary volviera a sentarse, lo que a Kay le dio mucha
rabia; pero Mary se obstinó igualmente.
Editorial: Salamandra
Autor: J. K. Rowling Páginas: 608
Precio: 23 euros
Hola!
ResponderEliminarunas me van y otras me vienen...no sé si comprarlo o no.He leído opiniones de todo tipo.Seguramente me lo lea.Un saludo!