Gracias a la editorial Sinerrata por cederme un ejemplar de El rompecabezas del cabo Holmes
Julio
del Val es un rico empresario dueño de varias empresas dedicadas a todo tipo de
servicios, entre ellos el de la publicidad y la moda. Una modelo es encontrada en una costa rocosa,
un pescador de pulpos se encuentra con ella junto, ambos han desparecido en una
noche de tormenta que dará muchas incógnitas a los protagonistas de esta
novela. Además se encontraran en una playa una parte del casco del barco en el
que iban la modelo y Julio.
Souto o
Holmes como le gustan que le llamen es un cabo que trata de resolver el caso,
es tan perspicaz como el detective al que hace referencia y siempre se cerciora
de hasta el último detalle de la investigación. Como ayuda tendrá a dos chicas
relacionadas con la empresa del desaparecido. Ambos tratarán de descubrir la
oscura verdad que esconde el cadáver en este rompecabezas de grandes
proporciones y misterios. Al caso se unirá un caballeroso detective que no tira
la toalla con facilidad y colaborará para llegar al culpable del turbio caso.
Carlos
Laredo trasmite en sus diálogos un tono de locuacidad con un toque de humor
negro en sus protagonistas. En esta novela entramos en una trama que atrapa por
su sencillez pero que atrae por su complejidad, a lo largo de ella varían
episodios en los que se narra la búsqueda de la verdad del cabo frente a las
formas de ocultar la información de los socios cercanos al empresario junto con
los del detective. Todo ello hace de la novela un imprevisible y gran rompecabezas
en la que sus piezas se dividirán entre Madrid y Galicia, con personajes
realistas e intrigantes en sus diálogos como el detective Santos, un atrevido y
sensual investigador muy especial o el protagonista de la novela, el cabo
Holmes, un Guardia Civil serio y decidido pero amable. En su novela se analiza
la corrupción en todos los niveles desde las de los ricos empresarios hasta los
delitos a pequeña escala.
Recomendado
para aquellos a los que les guste el género negro actual con un toque clásico y
mucha acción, también para aquellos a los que les gusten las historias
trepidantes e interesantes con una trama compleja y de calidad. Por último para
los que quieran disfrutar de un misterio con humor negro, una compleja historia
con una trama difícil de encontrar un final pues toda apariencia engaña y las
casualidades son piezas que no se pueden dejar pasar para completar este gran
rompecabezas en forma de novela.
Extractos:
A la mañana siguiente, Julio César Santos se
presentó en la elegante peluquería de Serrano a primera hora. Le lavaron
cuidadosamente la cabeza y le aplicaron un gel de Betadine sobre los puntos de
sutura. Un peluquero le cortó el pelo, bajo la supervisión de Pepe Gervás, con
el fin de igualar en la medida de lo posible el gran contraste entre la zona
rasurada con el resto de la cabeza. Después, para gran sorpresa de Santos, el
viejo extrajo de un estuche, como si fuera una joya, un trozo de peluca
confeccionado con el pelo que le había cortado la víspera y que había sido
meticulosamente implantado en una fina red de seda, apenas visible. Colocaron
la pieza sobre la parte pelada de la cabeza, tomaron medidas, hicieron unas
marcas, la recortaron después por donde debían, le aplicaron una suave pasta
adhesiva por los bordes y se la colocaron finalmente sobre la herida, cubriendo
toda la zona trasquilada, desde la sien derecha hasta el occipucio. Lo peinaron
con sumo cuidado, de forma que los pelos del postizo se mezclaron con los
naturales hasta hacer desaparecer la zona de unión.
Cuando terminaron su trabajo, Gervás y los
demás barberos lo rodearon, orgullosos de su trabajo. El viejo le dijo:
—Mírese. ¿Qué le parece?
Dos tipos tenían agarrado a su colaborador por
los brazos y estaban forcejeando. Santos aparcó en medio de la calle y se bajó
a toda prisa.
—¿Qué pasa aquí? —gritó—. ¡Suelten a ese joven!
Los dos tipos, unos de los cuales era
precisamente el pelirrojo, le dijeron algo en portugués que no entendió, si
bien por el tono que emplearon no le pareció nada amistoso. Santos se acercó en
actitud amenazante dispuesto a partirles la cara, si era necesario, o a que se
la partieran a él. El pelirrojo soltó a Elías y se enfrentó a Santos. Elías
aprovechó para darle un empujón al otro y liberarse de él. Varios obreros que
pasaban por allí se acercaron. Los dos hombres se movían en círculo, como
fieras que se estudian antes de atacar. El pelirrojo lo hizo primero soltando
un derechazo hacia la cara de Santos que lo esquivó e intentó cogerle el brazo
para aplicarle una llave de judo, pero el otro se echó sobre él con todo el
cuerpo y ambos cayeron al suelo. Elías agarró al portugués por la camisa, que
se desgarró. Se formó un gran revuelo y varios obreros los separaron.
A Santos le pareció una buena ocasión para
salir de allí y le dijo a Elías:
—¡Vámonos!
Editorial: Sinerrata
Autor: Carlos LaredoPáginas: 424
Precio: 7,99 euros
Book trailer:
Me gusta mucho la novela negra, y por lo que cuentas esta podria estar muy bien. Me la apunto para mas adelante. besos
ResponderEliminarEs una novela con giros inesperados y muy entretenida.
EliminarUn saludo