Viktor y
Liesel son una pareja que deciden construir su casa a partir de los terrenos
que le regalaron los padres de él como regalo de bodas, allí deciden construir
su casa la cual será diseñada por Rainer von Abt, este con la ambición de
esculpir el espacio creará una la llamada Casa de cristal o Villa Landauer
fusionando el cemento, el acero y el cristal, esta casa que será testigo del
paso del tiempo. De las personas que la habitaran, y los fines para los que
será destinada con el ascenso del nazismo.
Hana, la
amiga de Liesel, vivirá de cerca las atrocidades para los que será destinada la
casa de cristal en mano de los nazis cuando decide quedarse con su marido Oskar
mientras ven, a lo lejos, volar el avión en el que va su amiga. Conocerá a un
científico que se centra en investigar y describir la constitución física de
los judíos, eslavos e incluso a la propia Hana.
Mawer
nos lleva a una realidad dura, arisca y cruda, como la casa que describe.
También a personas que se enfrentan a decisiones muy difíciles, a niños que
pierden sus ilusiones por la pobreza y a madres y mujeres maltratadas. Todo
ello envuelto en los sentimientos de los personajes que narran los sucesos tan
lamentables de aquella dura época en la que el exilio era la única salida para
sobrevivir a pesar del dolor de la lejanía y la pérdida como le ocurre a Liesel.
El autor consigue analizar la situación del pasado con una precisión
quirúrgica, matemática y detallista hasta el detalle más mínimo sin olvidar las
emociones de los personajes de esta novela capaz de traspasar la frontera del
papel para emocionarnos con sus historias.
Recomendado
a todos aquellos interesados por descubrir un texto lleno de amor, traición,
amistad y crueldad en las líneas de Mawer, también para aquellos que quieran
conocer una visión de la historia de los burgueses judíos de la época y sus
hechos frente a la dictadura de Hitler y el Telón de Acero. Por ultimo a
aquellos que quieran conocer a unos personajes inolvidables y sus vidas a lo
largo de la historia de Mêsto que nos lleva a la creación de la Republica Checa a la caída
del Muro de Berlín, pasando por la Alemania nazi, el comunismo…, mientras la
casa de cristal es protagonista de todo ello.
Extractos:
Al llegar al extremo de la pista el avión gira
y se detiene un momento, con una sacudida. La sacudida da paso un
estremecimiento, y el motor vuelve a rugir al accionarse los frenos. Los
viajeros se ven lanzados bruscamente contra el respaldo de sus asientos
mientras la máquina va cogiendo velocidad, las ruedas retumban contra el suelo
y la hierba se desliza veloz al otro lado de la ventanilla, y lo mismo sucede con
el edificio del aeropuerto, los camiones cisterna, los aviones militares de
color gris y el grupo de personas que mira por las ventanas de la terminal,
entre quienes, supone Liesel, estarán Oskar y Hana. Y hay algo mágico, una
ligereza inesperada, un último beso de la tierra antes de liberarse, de separarse,
de flotar en el espacio al tiempo que la tierra cae, el avión se balancea y los
motores lanzan un rugido triunfal. Liesel contempla los edificios y las calles, la línea sinuosa del río
Svitava, como una serpiente que se arrastra entre la vegetación. Poco después
ve más casa y una fábrica, seguramente la fábrica Landauer, y muchas casitas
arracimadas como piedras decorativas incrustadas en el centro, que van quedando
atrás deslizándose por debajo de las alas.
Stahl se encoge de hombros
–Estamos reuniendo pruebas para demostrarlo
–dice–. Nos estamos esforzando por definir las características de cada raza,
con el fin de preservar su pureza.
–¿Y a qué raza pertenezco yo?
–¿Usted? –Se toma en serio la pregunta.
Puede que ella lo dijera en broma, pero eso a él no le interesa. Le interesa la
verdad científica. Se acerca y le sostiene la barbilla para volverle la cabeza
a uno y otro lado, de manera que pueda apreciar todos los ángulos y todas las
cuervas–. Usted es un ejemplo bastante característico del subgrupo eslavo
occidental. Aunque tendría que examinarla mejor para asegurarme de los
detalles. El color del pelo y de los ojos es evidente. Y a primera vista, yo
diría que el arco cigomático es marcadamente eslavo.
–Ni siquiera sabía que tuviera un
arco cigomático.
–Pues lo tiene. Como todo el mundo.
La proporción de la órbita ocular con el arco cigomático es una medida que
desarrollé en el Instituto Kaiser Wilhelm de Múnich. Tiene una potencia
correlativa muy notable.
–¡Potencia! ¿No le repele que sea
eslava?
–De ninguna manera. Soy un
científico, y tengo que ser objetivo. Objetivamente, los eslavos pueden ser
gente de gran talento y gran… –hace una pausa–… Belleza.
Editorial: Tusquets
Autor: Simon Mawer
Páginas: 456
Precio: 20 euros
No hay comentarios:
Publicar un comentario