Traducción de Enrique Gil-Delgado
ISBN:
978-84-15130-39-0
Encuad:
Rústica
Formato:
13 x 20 cm
Páginas:
152
PVP:
17,30 €
Guy Grand es un
millonario excéntrico (el último de los grandes derrochadores) decidido a crear
desorden en el mundo y dispuesto a no escatimar gastos para conseguirlo. Tras
una vida marcada por las bromas pesadas y los planes enloquecidos, su último
objetivo consiste en probar su teoría acerca de que nadie puede resistirse al
poder del dinero, y que, por conseguirlo, cualquiera haría lo que se le
pidiera, por más degradante que fuese. En el universo de Guy Grand, todos
tienen un precio, y él está dispuesto a pagarlo.
El cristiano mágico,
jamás hasta hoy traducida al castellano, es una sátira sobre la obsesión
americana por la grandeza, el poder, el dinero, la televisión, las armas y el
sexo. Una novela hilarante, original y perversa, firmada por un auténtico genio
de la comedia.
El alojamiento en dichos trenes era
hasta cierto punto limitado, y, aunque él siempre procurase reservarse para sí
lo mejor de lo mejor, Guy Grand tenía que conformarse a menudo con pequeños
compartimentos apenas equipados con algo más que las comodidades esenciales. A
pesar de ello, aceptaba la situación alegremente; y con ese talante fue como,
aquella tarde de verano, exactamente a las 14.05, abordó con paso optimista
(considerando lo abultado de su porte, ya que, a sus cincuenta y tres años,
estaba bastante rollizo) el primer coche cama del Portland Plougher. Una vez
instalado en su compartimento, se embarcó en la placentera rutina de prepararse
para el largo y despacioso periplo que lo llevaría hasta Nueva York. Como tenía
por costumbre, llamó al mozo de inmediato y le pidió una botella grande de
Campari y otra de agua mineral helada. A continuación, se sentó ante su
escritorio para despachar la correspondencia comercial.
Gabrielle de Bergerac de Henry James
Traducción de Eduardo Berti
ISBN:
978-84-15130-29-1
Encuad:
Rústica
Formato:
13 x 20 cm
Páginas:
136
PVP:
16,95 €
La joven Gabrielle de
Bergerac ha tenido la fortuna de nacer en una familia ilustre de la nobleza
rural francesa previa a la Revolución. Pero también la desgracia de no contar
con bienes propios, circunstancia que hará que cualquier indicio de curiosidad
vital, de inquietud intelectual, quede ahogado ante la perspectiva de elegir
entre dos opciones igualmente sombrías: o un matrimonio favorable o el
claustro. Su carácter noble y su naturaleza indagadora quedarán al descubierto
cuando en su cerrado círculo social aparece Coquelin, el preceptor de su
sobrino, un hombre pobre pero capaz de demostrar que la audacia, el saber y la
belleza son valores que nada tienen que ver con la clase social.
—Es hora de que aprendas a leer y a
escribir. ¿Por qué te sonrojas?
—Yo sé leer —contesté.
Mi padre abrió grandes los ojos.
—Vaya, ¿quién te ha enseñado?
—Lo aprendí en un libro.
—¿Qué libro?
Alcé los ojos y contemplé a mi
padre antes de responder. Su mirada era reluciente y había en su rostro un
ligero rubor, pero yo ignoraba si esto era indicio de placer o de ira. Me
aparté de él y fui al salón, donde recogí de un armario un tomo suelto del Roman
comique de Scarron. Como hacer esto me había obligado a atravesar la casa,
estuve ausente unos minutos. Al regresar, me topé con un extraño en la terraza.
Un hombre joven, humildemente vestido y con bastón, había subido por el sendero
y se hallaba frente a mi padre, con el sombrero en la mano. En la otra punta de
la terraza se encontraba mi tía. Sentada en el parapeto, jugaba con un cuervo
negro que teníamos en una jaula, en la ventana del comedor. Me refugié con mi
libro junto a mi padre y desde allí examiné al visitante. Era un joven de unos
veintiocho años, ojos negros y piel tostada por el sol, mediana estatura,
espaldas anchas, cuello corto y algo cojo de una pierna. Parecía cubierto de
polvo, exhausto y pálido. Recuerdo que había algo atractivo en su palidez, pero
yo ignoraba, claro, que esta palidez se debía tan solo a que se hallaba
hambriento.
Me encantan los libros que siempre edita Impedimenta. Cada vez me sorprenden más los títulos que nos ofrece su variado catálogo. Estos dos que nombras en esta entrada me han llamado mucho la atención. Apuntaditos quedan ;)
ResponderEliminarBesos!
Mika
A mi tambien me encantan, su forma de editarlos sobre todo, es una gran editorial que con sus libros nunca me ha decepcionado.
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