Traducción de Isabel Nuñez
ISBN:
9788415130222
Encuad:
Rústica
Formato:
13 x 20 cm
Páginas:
224
PVP:
18,60 €
En
el invierno de 1843, la región de Trièves, en la Provenza, permanece sepultada
bajo la nieve. En un pequeño pueblo de la comarca empiezan a producirse una
serie de misteriosos sucesos: una muchacha desaparece; un joven es atacado; un
cerdo mutilado. La primavera llega cargada de cadáveres. Los lugareños,
atemorizados, deciden recurrir a los gendarmes, y estos llegan al pueblo
capitaneados por un enigmático individuo, Langlois, que pronto se revelará
capaz de llevar a cabo los actos más monstruosos y crueles, y también los más
compasivos. Un rey sin diversión es un relato hipnótico, oscuro, sensual,
provocativo, que constituye un canto a la naturaleza en su dimensión más
salvaje, que es también la más hermosa.
La serrería está justo en la curva, en la horquilla, al borde de la
carretera. Allí se yergue un haya; estoy convencido de que no existe ninguna tan
bonita: es el Apolo citaredo de las hayas. No es posible encontrar en un haya,
ni en ningún otro árbol, una piel tan lisa ni de color más bello, una anchura
más exacta, proporciones más justas, ni más nobleza, gracia y eterna juventud.
Es exactamente Apolo, piensa uno nada más verlo, y sigue pensándolo
incansablemente al mirarlo. Lo más extraordinario es que pueda ser tan hermoso
y al mismo tiempo tan sencillo. Está fuera de duda que ese árbol se conoce y se
juzga. ¿Cómo tanta justicia podría ser inconsciente? Bastaría un escalofrío de
cierzo, un mal uso de la luz del atardecer, un voladizo en la inclinación de
las hojas para que la belleza, desmoronada, dejara de ser sorprendente.
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