La editorial Montena y
la pagina web Juvenil Romántica han hecho oficial el veredicto del premio y han
decido nombrar finalistas a Azahara Mellado por Mírame y dispara y a Silvia Hervás por Besos de murciélago. Las cincuenta primeras páginas de sus novelas
están en esta web: http://premioellasjuvenilromantica.megustaescribir.com,
para que todo aquel que lo desee, las lea y vote por una de las dos. La fecha
en la que se cierra las votaciones será el 30 de marzo a las 14h.
El jurado ha estado
compuesto por Blue Jeans, Rocío Muñoz, Eva Rubio y Gemma Xiol. Se han presentado 86
manuscritos entre los que se encontraban los de ambas finalistas. El ganador
verá publicado su novela en la editorial Montena en la colección Ellas
especializada en novelas de amor.
Por último quería felicitar
a las dos finalistas, por escribir en tan poco tiempo algo tan bueno. También a
la organización por la calidad y el esmero que han llevado en su trabajo a lo
largo del concurso.
Extractos:
Ahora
Franco era mi objetivo y fui a por él con decisión. Alcé la pierna y la lancé
contra su pecho con tal fuerza que lo tiré al suelo. Al caer, pude oír un
pequeño gemido. No dejé que se levantara, salté sobre él y le di un puñetazo
que impactó en la mandíbula. Su cabeza rebotó contra el suelo y el labio y la
nariz comenzaron a sangrarle. Sacó fuerzas de donde no las tenía para
revolverse y empujarme. Caí y se colocó sobre mí. Mauro desvió el golpe que iba
a darme con una patada. Aquel simple gesto hizo que yo volviera a darle otro
puñetazo. Lo que no esperaba era que Claudio se zafara de los brazos de Alex y
me diera una patada en la ceja.
Noté
como sangraba, pero no impidió que me lanzara sobre él. Le di un puñetazo en el
estómago y comencé a pegarle en la cara mientras gritaba.
Azahara Mellado
Mírame
y dispara
Bufó pesadamente, cansada de escuchar su suavizada
voz de algodón que lograba sacarla de quicio. Entonces el autobús frenó en seco
cuando un semáforo se puso en rojo. James, que se mantenía en pie sin sujetarse
a nada, se deslizó bruscamente hacia delante, precipitándose sin control sobre
el cuerpo de la joven, que gimió dolorida cuando se golpeó las costillas contra
el suelo.
—¡Levanta, imbécil! —ordenó, sacudiendo el cuerpo
del muchacho—. ¿Quieres apartarte?
—¡Por todas la vírgenes, debo estar lleno de
microbios! —se quejó él, haciéndose a un lado.
—Espero que te coman vivo.
Silvia
Hervás
Besos de murciélago
Muchísimas gracias por promocionar el concurso ;) Espero que hayas disfrutado con ambas lecturas!
ResponderEliminarUn saludo.
Felicidades por ser finalista del concurso, he disfrutado leyendo un montón las primeras cincuenta paginas y me han dejado con ganas de mucho más.
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