Es el creador de la
corriente llamada “antipoesía”, hermano de la cantautora Violeta Parra y se ha
convertido en el autor más veterano en conseguir este galardón a sus 97 años
además de tener una gran influencia en la literatura hispanoamericana. Es
escritor, físico y matemático. Recientemente Galaxia Gutenberg/Círculo de
Lectores han publicado Obras completas
& algo +, segundo volumen donde se reúne la totalidad de la obra del
escritor supervisada por sí mismo.
Comienza a escribir
poesía desde muy joven, consiguiendo publicar su primer libro en 1937 con el
título Cancionero sin nombre. Con el
paso del tiempo adoptara una línea creada por el mismo llamada antipoesía, que
supuso la introducción del lenguaje cotidiano en la poesía tradicional, un
ejemplo de esta forma de narrar se encuentra en la novela Poemas y antipoemas publicada en 1954. En 1969 recibió el Premio Nacional
de Literatura de Chile por Obra gruesa el
cual volvería a ganar doce años después, además de varios premios.
El jurado ha estado
presidido por Margarita Salas, designada por la Real Academia Española; Gerardo
Piña-Rosales, por la Academia Norteamericana de la Lengua Española; José Mª
Micó Juan, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas
(CRUE); Olvido García Valdés, por el Instituto Cervantes; Rosa Regás, por la
ministra de Cultura; Francisco Giménez Alemán, por la Federación de
Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); Marta Rojas, por la Federación
Latinoamericana de Periodistas (FELAP); Ruth Viviana Fine, por la Asociación
Internacional de Hispanistas. El premio está dotado de 125.000 euros, este
premio rinde homenaje a escritores que enriquecen el legado literario
hispánico.
Extractos:
Este señor desvaído parece
Una figura de un museo de cera:
Mira a través de los visillos rotos:
Qué vale más, ¿el oro o la belleza?,
¿Vale más el arroyo que se mueve
O la chépica fija a la ribera?
A lo lejos se oye una campana
Que abre una herida más, o que la cierra:
¿Es más real el agua de la fuente
O la muchacha que se mira en ella?
No se sabe, la gente se lo pasa
Construyendo castillos de arena:
¿Es superior el vaso transparente
A la mano del hombre que lo crea?
Se respira una atmósfera cansada
De ceniza, de humo, de tristeza:
Lo que se vió una vez ya no se vuelve
A ver igual, dicen las hojas secas.
Hora del té, tostadas, margarina,
Todo envuelto en una especie de niebla.
Poemas y antipoemas
(1954)
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