viernes, 12 de diciembre de 2014

La estrategia del agua de Lorenzo Silva



La pareja de sargentos Bevilacqua y Chamorro se adentran en un caso que se sitúa en Madrid, un hombre ha aparecido muerto con dos tiros en la nuca en el ascensor de su bloque, donde de la noche a la mañana sus vecinos se le encuentran. Todo parece llevar a la conclusión de que todo es un trabajo de un especialista a pesar de la poca importancia que parece desprenderse de la víctima, la cual tiene algunos antecedentes menores por tráfico de drogas y violencia de género.

Vila se encuentra al llegar a la comisaria con el “nuevo”, Arnau, un joven guardia que poco a poco irá acercándose y consiguiendo que sus compañeros confíen en él. Todos ellos se preguntan que esconden las denuncias que pesaban sobre la víctima  y en qué oscuros asuntos estaba introducido este individuo de aspecto poco peligroso y lector de grandes filósofos.

Silva describe en esta novela cómo la justicia se mueve cuando entra un oscuro caso, como el que relata el protagonista. El maltrato, los derechos, el tráfico de drogas e incluso la corrupción en la justicia centran la historia pero además, el autor, consigue que a través de la investigación consigamos ver la resolución y el desarrollo del caso que detalla con gran realismo. Al protagonista de la misma, el sargento Vila, se encuentra con una curiosa víctima, pues como él lee a grandes filósofos e incluso gusta de pintar pequeños soldados de plomo. En definitiva una novela que nos acerca hasta el mundo de las investigaciones, los jueces, abogados y todo ello en torno a la continua interpretación de las leyes de forma engañosa. Esta es la sexta entrega en la que aparecen la pareja de guardias civiles los cuales nos bridan en esta novela una mordaz crítica con la mayoría de aquellos entes públicos que se cruzan en su camino todo ello con diálogos naturales y fluidos que aportan agilidad en su lectura.

Recomendado para aquellos que les gusten los investigadores realistas, cargados de sabiduría debido a los años que llevan a sus espaldas y que se muevan en un mundo solitario. También para aquellos que quieran hallar en esta novela los vestigios que muestran la corrupción en España como los oscuros manejos del crimen organizado en la noche de Madrid y el descalabro de la burbuja inmobiliaria como sus consecuencias en la ciudadanía pues la historia se desenvuelve en torno a una semana de la primavera del 2009.

Extractos:

Arnau salió como una exhalación. El pobre todavía tenía demasiado cercanos los días de la academia de guardias, donde el ser humano en trance de transformación en picoleto aprende a vivir la disciplina a la carrera. Ya se le pasaría, como a todos. En cambio, el ritmo al que yo emprendí la marcha hacia las escaleras fue el más pausado que era capaz de imprimir a mis pasos, y si hubiera sido fumador habría aprovechado incluso para echarme un cigarrito. Me crucé con los empleados de la funeraria, que ya retiraban el cadáver y lo trasladaban al furgón que lo conduciría al depósito para ser sometido a la autopsia. Eran, cómo no, dos sudamericanos, y al verlos pensé que poco a poco y sin hacer ruido iban alcanzando un inquietante control sobre nosotros, a medida que les encargábamos ocuparse de todas nuestras miserias, que son las que más nos exponen. Por ejemplo: calculé que serían ellos los que vendieran a la prensa todos los detalles respecto de las heridas que presentaba el cadáver, abriendo así la primera vía de agua en el casco de esa frágil barquita llamada pomposamente secreto del sumario. Y no se lo reprochaba, como tampoco podía impedírselo. Está chungo sacar adelante a tu familia con el salario mínimo, y más a los precios siderales que alcanza el alquiler del metro cuadrado a cubierto en ese valhalla de la especulación que es la Comunidad de Madrid.

—Respira, Jack Jack, que por ahora no tendrás que negarme como Pedro a Cristo —bromeé—. Ahí atrás no ha ocurrido nada.
—No sé yo… ¿Por qué no ha querido informarle?
—Por lo que le he dicho. No está en la investigación, hay un secreto del sumario, y en este oficio, como en el póquer, no se gana nada enseñando las cartas que vas juntando a todo el que pasa.
—Si puedo hacer una observación…
—Claro, pequeño saltamontes. Observa.
—Eso que dice lo entiendo, pero ha estado un poco chulo, ¿no?
—Psé. Puede ser. Lo que no me ha dado la gana es dejarle a él que me chuleara a mí, que era a lo que venía desde que ha entrado por la puerta. Como dicen en la tele cuando hacen experimentos peligrosos, tú no intentes repetirlo en casa. Son alardes que a los viejos nos perdonan, o nos los podemos hacer perdonar, pero que a ti todavía pueden costarte un disgusto. Y que tampoco sirven para nada.
—En esto, por una vez, no pensaba tomar ejemplo.
—Juiciosa actitud. ¿Dónde has dejado el coche de la chica?
—Lo he aparcado cerca de la entrada. No tiene pérdida.
—Muy bien. Pásame las llaves.

Editorial: Destino
Autor: Lorenzo Silva
Páginas:  384
Precio: 18,50 euros

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