Chihiro
es una joven artista, creadora de obras temporales, que se sitúan en un muro
hasta que este desaparece. Tras la muerte de su madre se encuentra sumida en un
dolor difícil de dejar atrás pues ella se encargaba de cuidarla.
Al
otro lado, en el edificio que se encuentre del suyo se encuentra Nakajima, un
chico tímido que esconde un secreto que marcó su pasado y que le hace sufrir,
además es incapaz de hablar de la muerte de su madre, echo que une a ambos en
una relación que va más allá de lo banal, que hace que sus almas se
sincronicen. Para ello se dirigirán a conocer a los antiguos amigos de Nakajima
que llevan una vida lejos de la sociedad en una casa cerca de un lago.
Yoshimoto
ha logrado escribir una novela capaz de atraparnos por su sencillez a la hora de narrar
los hechos de sus personaje transformándose lentamente en una historia profunda
que va más allá de la relación que estructura la novela. Sus protagonistas se
mueven en un mundo que les ha dejado atrás, incluso sus familiares les han
dejado solos con sus problemas, tratando de encontrar un hilo de felicidad al
que perseguir, en este punto consiguen encontrarse Chihiro y Nakajima para
encontrar la verdad el uno sobre el otro. Dentro del libro también se describe
las tétricas prácticas que la secta Aum Shinrikyo, autora del atentado con gas
sarín en el metro de Tokio que provocó la muerte de trece personas y centenas
de intoxicados en el año 1995. En definitiva un libro que nos transporta a un
Japón que trata de superar su pasado de diversas maneras, también que mira de
alguna manera a un futuro con esperanza, esperando que lleguen los cambios y
superar así un pasado difícil de olvidar.
Recomendado
para aquellos que les gusten las novelas que describen Tokio, en El lago se dan
diferentes perspectivas de la sociedad nipona, también para aquellos que les
gusten las novela que hable de las relaciones personales, en esta novela
encontraran una historia compleja que, lentamente, se va desarrollando. Y por
último para aquellos que quiera descubrir una parte de la historia de Tokio que
supuso un gran cambio para los habitantes de Japón.
Extractos:
Sus fosas nasales alargadas, sus
muñecas como palos, sus largos dedos, la boca abierta durante el sueño, la
desvalida línea de la nuca, sus mejillas gordezuelas como las de un niño, la
manera como le caía sobre los ojos el cabello alborotado, la manera como
quedaban escondidos, debajo del cabello, sus ojos rasgados de largas pestañas:
todo, absolutamente todo, me gustaba con locura de Nakajima. Creo que seguiré
ligada a él incluso después de que, un día, deje de respirar y pase a ser una
estrella en el firmamento. Ya sé que esto no es más que una metáfora que oí en
alguna parte, pero da la casualidad de que es exacto. Lo de convertirse en una
estrella a él le cuadra a la perfección. Porque, ya ahora, a duras penas logra
hacer creer que esté vivo. Más que amor, esto es estupor. Así que yo me he
quedado observando, sin implicarme de lleno.
«Hoy todavía está aquí», pienso,
«hoy todavía no ha desaparecido. ¡Hoy todavía sigo sintiendo lo mismo!»
Nakajima. Desde que me siento
irremisiblemente atraída por Nakajima, ese chico tan extraño, mis días rebosan
frescura. Desde que estoy con él, mi ritmo vital ha enloquecido. Yo, que
solamente pensaba en mí; yo, que sólo veía lo que pasaba a través de mí; yo,
que siempre embestía hacia delante con los ojos puestos en un futuro ideal; yo,
que reunía todos mis deseos en uno: alejarme de aquella ciudad. Yo, que no
estaba atada a nadie ni a anda. Pero Nakajima es tan fuerte que anula mi
resistencia y, tirando de los hilos, me atrae hacia él.
Editorial: Tusquets Editores
Autor: Banana YoshimotoPáginas: 184
Precio: 16 euros
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