Una adolescente normal se dispone a ver una película de miedo, todo va bien hasta que el teléfono empieza a sonar, es un desconocido que quiere jugar a que responda unas preguntas, pero poco después tornara en un asesinato y más tarde en una masacre que asolará el condado de Woodsboro por un asesino que se disfraza de Ghostface, un simple disfraz que lleva una mascará blanca que asemeja la cara de un fantasma dando un susto y una tela negra cubriéndole.
La madre de Sidney Prescott, una joven que ha perdido a su madre la cual murió asesinada hace un año y su homicida será llevado a la cámara de gas dentro de poco. La periodista Gale Weathers acaba de escribir un libro sobre su punto de vista de lo sucedido en el famoso caso dudando en él de la culpabilidad del asesino de la madre de Sidney.
El director, Wes Craven, quiso que la película fuera una comedia de las películas de asesino en serie tan de moda en el cine americano de los noventa, pero algunas de las tomas tan macabras dieron una película de terror con un gran guión, bastante original pues hacen críticas a los films de terror en él, escrito por Kevin Williamson guionista de la saga.
El film recaudó en Estados Unidos 6.354 millones de dólares el primer fin de semana y en total 103 millones de dólares, con lo que se rentabilizaron los 15 millones que les costó la cinta por lo que no es de extrañar que se hicieran secuelas de la misma.
Recomendada para los adictos al cine de terror o suspense, también para aquellos que les guste el cine de Craven, en este film tienen guiños al cine terror como una escena en la que sale el conserje vestido como Freddy Krueger, con su jersey a rayas, tan famoso en la carrera del director y por último para los que quieran reír y pasar miedo a partes iguales.
Lo mejor: Su guión, original para ser una peli del género.
Lo peor: La obviedad del asesino, quita el misterio de la película.
Valoración general: 7/10
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